Sepultan al ex coronel González;

Escrito por: LOYDA PEÑA Y UBALDO GUZMÁN ( l.pena@hoy.com.do)
Como si no tuviera quien le escriba, en el funeral del acribillado ex coronel de la Policía José Amado González González no hubo panegírico, ni rezos, ni oraciones; sólo llanto y el clamor de sus familiares de que se haga justicia, aunque dijeron no creer en ella. Menos de 20 personas participaron en el sepelio. De la institución del orden, sólo un compañero de promoción, coronel también de la PN, estuvo presente. Mientras eso ocurría, se reveló que el Procurador General de la República tiene en su poder una carta que dejó González con datos muy importantes.

Como si no tuviera quien le escriba, en el funeral del ex coronel José Amado González González no hubo panegírico, ni rezos ni oraciones; solo llanto y el clamor de sus familiares de que se haga justicia, aunque dijeron no creer en ella.

Igual que en la funeraria, apenas una veintena de familiares y amigos acompañaron el sepelio del ex oficial hasta el cementerio Cristo Redentor. Con excepción de sus padres David Baltazar y Ana Josefa, que no asistieron porque para ellos “era muy duro”, según dijo su hija Sandra, todas las demás eran las mismas personas. La escena de dolor volvió a repetirse, esta vez más acentuada quizás por tratarse de la despedida.

José, hermano del ex coronel, se aferraba al ataúd, y Sandra, también hermana, lloraba desconsolada; Ashley, la hija de 14 años, impávida observándolo todo; y Amanda, la menor, de 12 años, desesperada al ver por primera vez el cadáver de su padre cuando por un segundo le fue mostrado.

“Ay papi no me dejes, te amo papi…”, repetía la niña desconsolada mientras sus familiares trataban de cubrir su rostro de los periodistas que acudieron al sepelio.

Todo fue muy rápido

15 minutos bastaron para sacar el féretro del carro fúnebre, llevarlo hasta la tumba, colocarle encima un crucifijo bendecido por el Papa, e introducirlo en la fosa, al lado de donde reposa el cadáver de otra hermana del coronel, fallecida el año pasado.

Todo vigilado

Tan acelerado fue el entierro del ex agente policial acribillado de 11 balazos el pasado día 24, que pocos se percataron de que dos agentes encubiertos, confundidos entre los periodistas, captaban con una cámara cada instante de lo que allí sucedió.

Habían ido desde temprano, acompañados de un superior que esperó pacientemente sentado en un vehículo tipo “van”, color verde oscuro, estacionado bajo un árbol en la calle que da acceso a la sepultura de González González. Llegaron primero, y se marcharon primero.

Fidelidad

El único uniformado en el sepelio del ex oficial, fue el coronel de la Policía Rafael Collado, quien dijo ser compañero de promoción del fenecido.

Al ser consultado por los periodistas, solo abogó porque la prensa tenga mucho respeto para los familiares e hijos del asesinado, recordando que ellos están pasando por un momento muy difícil.

El Honor

“Me siento defraudada de este país; no creo en la justicia dominicana”, fue la expresión de Sandra González al preguntársele que espera la familia del ex oficial asesinado.

Nada sobre el caso

A seis días del asesinato del ex oficial González González, no hay nadie detenido por el hecho, informó ayer el vocero de la Policía, general Nelson Rosario.

Mientras, el vocero de la DNCD, Roberto Lebrón, dijo que no sabe nada sobre la investigación a que se ha sometido a los coroneles Miguel Sánchez Díaz y Díaz Medina.

Contenido carta

El ex coronel José Amado González González dejó una carta manuscrita en la que hace una serie de revelaciones, dijeron a HOY familiares cercanos. Afirmaron que esa carta está en manos del Procurador General de la República, a quien le fue entregada al otro día del asesinato de González González, durante la reunión que sostuvo en su despacho con los jefes de la Policia, de la Dirección Nacional de Control de Drogas, del DNI y el Fiscal del Distrito Nacional, cuando abrieron la caja de seguridad incautada en el apartamento del ex oficial. La carta fue encontrada fuera de la caja fuerte y la entregó un policía.