LOS ÁNGELES, EEUU, 13 Set 2012 (AFP) - El misterio y
la confusión reinaban este jueves sobre la identidad del autor del
filme que generó los violentos ataques contra Estados Unidos en Egipto y
Libia, provocando la muerte de un embajador estadounidense.
El cineasta, que dice ser israelo-estadounidense y se hace llamar Sam Bacile, decidió permanecer oculto, según uno de sus colaboradores, al temer por su vida tras la erupción de violencia provocada por su película de bajo presupuesto "La inocencia de los musulmanes", que ridiculiza al profeta Mahoma.
La noche del miércoles, una información divulgada por los medios estadounidenses afirmaba que un copto que vive en los suburbios de Los Angeles, Nakula Basseley Nakula, era el responsable de la sociedad de producción del filme y que habría tenido en el pasado problemas con la justicia.
Documentos judiciales, de los cuales la AFP obtuvo copias, confirman que Nakula Basseley Nakula fue condenado a 21 meses de prisión en 2010 por estafa bancaria y que residía en la localidad de Cerritos, en el sur de Los Angeles.
Un periodista de la AFP se presentó la noche del miércoles en el domicilio de Nakula, ante el cual estaban estacionados varios vehículos de la policía y del sherif de Los Angeles.
Dos oficiales de la oficina del sherif permanecieron dentro de la casa durante más de una hora, y salieron de allí sin hacer comentarios hacia las 21H00 locales (04H00 GMT del jueves).
La familia rehusó hablar con los periodistas que estaban en el lugar. Pero la puerta de entrada de la casa, ornamentada con dos ventanas semicirculares con motivos originales, presentaba una flagrante similitud con una puerta que aparece en varias escenas de la película, de la cual se pueden ver algunos fragmentos en internet.
Steve Klein, un consultor del filme, negó el miércoles la implicación de Israel en la producción y aseguró que Sam Bacile --un pseudónimo, según lo reconoció-- estaba mortificado por la muerte del embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, durante el ataque al consulado en Bengasi, donde murieron otros tres norteamericanos.
"El está disgustado por la muerte del embajador", aseguró Klein a la AFP, subrayando que había hablado anteriormente por teléfono con Sam Bacile, pero que ignoraba donde se encontraba.
En una entrevista con el Wall Street Journal el martes, Sam Bacile se refirió directamente al islam, al que calificó como un "cáncer".
"Este es un filme político. No religioso", señaló, precisando que había hecho la película --donde los actores hablan inglés con acento estadounidense y presentan a los musulmanes como ignorantes y gratuitamente violentos-- con 60 actores y un equipo de unas 45 personas.
Pero el equipo de la película hizo conocer su cólera el miércoles en un comunicado publicado en Los Angeles Times. "Todos los actores y todo el equipo están disgustados y tienen la impresión de haber sido explotados por el productor", escribieron.
"Estamos 100% en contra de esa película y hemos sido groseramente engañados sobre sus intenciones y objetivos. (...) Estamos shockeados por la reescritura del guión y por las mentiras proferidas a todas las personas implicadas", precisa el comunicado.
"Estamos profundamente entristecidos por la tragedia" que sobrevinó en Libia y Egipto, agregan. La actriz Cindy Lee García, que desempeña el rol de una mujer cuya hija es propuesta en matrimonio a Mahoma, afirmó que ignoraba que la película fuera una propaganda anti-musulmana, advirtiendo que los diálogos fueron doblados luego de la filmación. Según ella, "no había nada sobre Mahoma o los musulmanes" en el filme en el que participó.
El doblaje es perfectamente visible en los 14 minutos de la película difundidos por internet, donde las palabras son groseramente insertadas en lo mejor de las secuencias.
Klein teme que el cineasta corra la misma suerte que el realizador holandés Theo Van Gogh, quien fue asesinado en 2004 tras haber desencadenado protestas con un filme anti-musulmán. "Si aparece en público, estoy seguro de que sería asesinado muy facilmente", dijo.
El cineasta, que dice ser israelo-estadounidense y se hace llamar Sam Bacile, decidió permanecer oculto, según uno de sus colaboradores, al temer por su vida tras la erupción de violencia provocada por su película de bajo presupuesto "La inocencia de los musulmanes", que ridiculiza al profeta Mahoma.
La noche del miércoles, una información divulgada por los medios estadounidenses afirmaba que un copto que vive en los suburbios de Los Angeles, Nakula Basseley Nakula, era el responsable de la sociedad de producción del filme y que habría tenido en el pasado problemas con la justicia.
Documentos judiciales, de los cuales la AFP obtuvo copias, confirman que Nakula Basseley Nakula fue condenado a 21 meses de prisión en 2010 por estafa bancaria y que residía en la localidad de Cerritos, en el sur de Los Angeles.
Un periodista de la AFP se presentó la noche del miércoles en el domicilio de Nakula, ante el cual estaban estacionados varios vehículos de la policía y del sherif de Los Angeles.
Dos oficiales de la oficina del sherif permanecieron dentro de la casa durante más de una hora, y salieron de allí sin hacer comentarios hacia las 21H00 locales (04H00 GMT del jueves).
La familia rehusó hablar con los periodistas que estaban en el lugar. Pero la puerta de entrada de la casa, ornamentada con dos ventanas semicirculares con motivos originales, presentaba una flagrante similitud con una puerta que aparece en varias escenas de la película, de la cual se pueden ver algunos fragmentos en internet.
Steve Klein, un consultor del filme, negó el miércoles la implicación de Israel en la producción y aseguró que Sam Bacile --un pseudónimo, según lo reconoció-- estaba mortificado por la muerte del embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, durante el ataque al consulado en Bengasi, donde murieron otros tres norteamericanos.
"El está disgustado por la muerte del embajador", aseguró Klein a la AFP, subrayando que había hablado anteriormente por teléfono con Sam Bacile, pero que ignoraba donde se encontraba.
En una entrevista con el Wall Street Journal el martes, Sam Bacile se refirió directamente al islam, al que calificó como un "cáncer".
"Este es un filme político. No religioso", señaló, precisando que había hecho la película --donde los actores hablan inglés con acento estadounidense y presentan a los musulmanes como ignorantes y gratuitamente violentos-- con 60 actores y un equipo de unas 45 personas.
Pero el equipo de la película hizo conocer su cólera el miércoles en un comunicado publicado en Los Angeles Times. "Todos los actores y todo el equipo están disgustados y tienen la impresión de haber sido explotados por el productor", escribieron.
"Estamos 100% en contra de esa película y hemos sido groseramente engañados sobre sus intenciones y objetivos. (...) Estamos shockeados por la reescritura del guión y por las mentiras proferidas a todas las personas implicadas", precisa el comunicado.
"Estamos profundamente entristecidos por la tragedia" que sobrevinó en Libia y Egipto, agregan. La actriz Cindy Lee García, que desempeña el rol de una mujer cuya hija es propuesta en matrimonio a Mahoma, afirmó que ignoraba que la película fuera una propaganda anti-musulmana, advirtiendo que los diálogos fueron doblados luego de la filmación. Según ella, "no había nada sobre Mahoma o los musulmanes" en el filme en el que participó.
El doblaje es perfectamente visible en los 14 minutos de la película difundidos por internet, donde las palabras son groseramente insertadas en lo mejor de las secuencias.
Klein teme que el cineasta corra la misma suerte que el realizador holandés Theo Van Gogh, quien fue asesinado en 2004 tras haber desencadenado protestas con un filme anti-musulmán. "Si aparece en público, estoy seguro de que sería asesinado muy facilmente", dijo.
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