enero 26, 2011

PEDRO BALDERA , DE LOS DERECHOS HUMANOS CLAMA MAYOR PROTECCION A LA CIUDADANIA

COMISION NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


C N D H

Filial Nagua





A PROPOSITO DE LOS ULTIMOS HECHOS DELINCUENCIALES EN NAGUA: LA FIEBRE NO ESTA EN LA SABANA. EXIJAMOS MAYOR SEGURIDAD CIUDADANA.



Hasta la saciedad diversos sectores de nuestro Pueblo y del País han expresado su repudio y exigido a las autoridades prestar mayor atención al problema de la delincuencia y la inseguridad ciudadana. Justamente en Nagua se cumplirá el 15 de Febrero cuatro años del vil asesinato de Ramón Emilio Alonzo (Picio), y el inicio de uno de los peores sufrimientos de toda la familia Alonzo y del pueblo, ya que por desgracia, Ramón y Evaristo, dos miembros mas de esa familia, también fueron asesinados. Otros homicidios trágicos y repudiables ocurrido en Nagua también han enlutado no solo a la familia Naguera, sino además a familias de otras nacionalidades, tales como los asesinatos de Darío Vásquez, Zenón López (Negro), Mauricio Ant. Tavarez, Eduardo Guillandeaux, El Cubano de las 40, el Francés de Nueva Nagua, los dos muertos de la Amarga, el muerto de Monte Llano y otros más. La mayoría de estos crímenes han quedado en la impunidad, ayudado por la contaminación consciente de los procesos investigativos, entre otras razones más. Unos pocos han sido condenados.



Robos, atracos, asaltos, violaciones sexuales, agresiones físicas contra mujeres, tráfico y consumo de drogas, etc., también han sido motivos del repudio de toda la población, constituyendo un hecho alarmante y sospechoso que la gran mayoría de estos delitos y crímenes antes mencionados se cometan en plena luz del día y a cualquier hora de la noche, sin que la población perciba una acción efectiva por parte de las autoridades policiales y del Ministerio Público, lo mismo que una sanción ejemplarizadora por parte de los Jueces. Muchos de los crímenes y delitos cuentan con la participación y el apoyo de miembros de las fuerzas públicas, a quienes hay que “entregarles sus semanales”.



Todo lo anterior son los efectos, las consecuencias del estado de descomposición social y moral en que los sectores dominantes han impuesto al País con sus acciones ambiciosas de poder y riqueza, cuya expresión y prueba fiel es la corrupción, la cual no es castigada. Los funcionarios corruptos se roban el dinero del pueblo que tienen que ser invertido en educación, salud, en generación de empleos, pagos de salarios dignos, en deportes, en acciones públicas para reducir la pobreza y la marginalidad social; y para reproducir sus acciones delincuenciales y mantenerse en el poder, en épocas de elecciones, los corruptos incurren en una de las más perversas practicas de aprovechamiento de la ignorancia de los pobres: La compra y venta de conciencia. Los sectores de poder han incidido directamente y son los responsables del deterioro moral de la familia; han impuestos estilos de vida basado en “lo fácil” , en el hedonismo y el consumismo, en un País donde la mayoría de los jóvenes son vagos, no tienen empleos, son analfabetos y “ tienen que darse la buena vida” , consumiendo drogas y alcohol. Esos son los contravalores éticos y morales imperantes en nuestra sociedad.

Los últimos hechos criminales ocurridos en Nagua, el de nuestro entrañable amigo y hombre de trabajo Luis Fleurys (Luis Bulula), el comerciante Ambiorix King, el hombre picoteado en la Piragua, obligan a que todos los ciudadanos conscientes aunamos esfuerzos para exigir al gobierno y a las autoridades aplicar verdaderas políticas públicas tendentes a erradicar los males sociales que nos agobian, para que hechos como los referidos más arriba no se repitan ni queden en la impunidad. Combatiendo y enfrentando la corrupción tendremos seguridad ciudadana.





Lic. Pedro Baldera German,

CNDH. Filial Nagua.-

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