abril 24, 2011

SERMÓN Sacerdotes fustigan contra males sociales UN PARALELISMO ENTRE LO DICHO POR JESÚS DURANTE CRUCIFIXIÓN Y LA SOCIEDAD DE HOY MARCÓ PRIORIDADES


La Iglesia Católica fustigó el pasado viernes la inseguridad ciudadana, la complicidad de las autoridades con los hechos criminales, además el estado de abandono de los envejecientes y las pocas respuestas que ofrece la seguridad social a personas con enfermedades catastróficas.
El Mensaje de las Siete Palabras fue proclamado en la Catedral Primada de América por seis sacerdotes y un jefe de diáconos quienes expresaron que hoy Jesús sufre y grita al ver tantos enfermos sin médicos ni medicina y por tantos ancianos trabajando día y noche, despúes de pagar tantos impuestos para que al final de sus vidas no puedan descansar en paz, pues “un grupito lo ha tomado para negociar o hacer grandes casas para vacacionar”.
El padre Tulio Cordero, al reflexionar sobre la primera palabra expresada por Jesús en la cruz, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, cuestionó que haya que pedir perdón para aquellos que hacen el mal.
Condenó a quienes trafican con la Justicia. “¿Podemos pedir perdón para aquellos que usurpan las riquezas del país, especulan con los precios y juegan con la comida de los desposeídos? “Hoy Jesús sufre y a la vez grita Dios mío ¿por qué me has abandonado?, viendo que la República Dominicana, un país tan lindo y religioso está lleno de inseguridad para los ciudadanos, mucha delincuencia, robos, atracos, así como también, vemos cómo las autoridades que deben encargarse de estos problemas, se hacen de la vista gorda y en muchos casos son cómplices de estos crímenes”, proclamó Frankely Rodríguez.
La segunda palabra, “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, leída por el sacerdote Antonio Lluberes, proclamó la necesidad de la misericordia, como una invitación a pasar de lo malo a lo bueno.
El padre Faustino Plasencio, al reflexionar sobre la tercera palabra “Mujer he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre”, cuestionó a los jueces “que se venden por dinero”, “Madre he ahí a tu hijo siendo un policía con un sueldo paupérrimo, pero también desacreditado por unos cuantos que aprovechan la circunstancia de su posición para atracar, robar, pedir peaje y formar bandas de delincuentes”. Criticó que en el país las ancianas no tengan acceso a la seguridad social, “solo porque las Administradoras de Riesgos de Salud tienen una política de exclusión”. Planteó que las amas de casa se sienten impotentes por la falta de control de precios en los supermercados, además de la incertidumbre porque no hay empleos.
Frankely Rodríguez, al reflexionar sobre la cuarta palabra, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? proclamó que hoy, en República Dominicana, Jesús es condenado como lo hizo el Sanedrín con la apropiación de las cosas que son de todos y “también Jesús sufre y grita al ver que en este país por la existencia de tantos políticos mentirosos, que solo recuerdan a los pobres cuando hay campaña”.
“Jesús alza la voz al Padre, al ver a tantos funcionarios y funcionarias que no tienen mucho dinero al llegar al puesto político y a los pocos meses ya hablan de millones”. Con la quinta palabra “Tengo sed”, el padre Bienvenido Colón, proclamó que en el país hay gente que está sedienta, porque se siente explotada, abusada. 
CONTRA MEDIOS Y GRUPOS ECONÓMICOS
El presbítero Gregorio Santana, al proclamar la sexta palabra “Todo está consumado”, la emprendió contra los medios de comunicación que, dijo, están privados de un auténtico ejercicio libre, pues la autocensura domina a no pocos, cuando se trata de afectar los intereses de grupos económicos, “que se comportan como verdaderos dueños del país”. Dijo que algunas de las universidades católicas parecen estar más en función de mejorar las empresas de los tradicionales y grandes grupos económicos.
El coordinador del Colegio de Diáconos de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Benito Moreno, dijo que “tergiversan y dirigen la información y en ocasiones mienten impenitentemente”.

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